sábado, 4 de marzo de 2017

El gato feliz


Érase una vez... 

...un par de casitas blancas que estaban en medio de un campo lleno de flores. El sol las iluminaba. Las casitas tenían una puerta, tres ventanas y un hermoso tejado.

Había por allí una familia de gatos, que estaban gordos porque tenían buena comida: un plato lleno de leche, dos ricos bizcochos y una sardina deliciosa.

También había allí una familia de gatos flacos que sólo comían la raspa de las sardinas que tiraban los gatos  gordos.


Los gatos gordos estaban cada vez más gordos...

Y los gatos flacos... estaban... ¡cada vez más flacos!

Tanto adelgazaron que no se tenían de pie... Les faltaban las fuerzas.
- ¡Pobres gatos flacos! !Se van a morir de hambre!
     ¿Quién dijo eso?


Era Manuel, un buen chico  que vio cómo estaban los gatos, y dijo:
-¿Cómo se puede arreglar esto?
Y Manuel mismo encontró la respuesta:
- Pues repartiendo la comida.


Los gatos gordos se volvieron de espaldas, no querían ver morir a los gatos flacos, ni les gustaba lo que decía Manuel. 


Pero ¡no todos se volvieron de espaldas!

 CHUSCO, el gato pequeño y gordo, pensó:



Sirius Flash, agosto 2016


-¿Tendrá razón ese chico?

Entonces cogió su sardina y se la llevó a los gatos flacos que estaban tumbados con los ojos cerrados, pero que al olor de la sardina... 

¡Empezaron a abrir los ojos!

Al día siguiente, Chusco también les llevó su sardina.


Los gatos flacos ya podían abrir los ojos, y uno de los hijitos ya se tenía en pie. El gato gordo pequeño estaba contento al ver que los flacos mejoraban. Y pensó:

- Todos los días vendré. Hasta mañana.


Sirius Flash, agosto 2016
Y volvió temprano. 

Los tres gatitos estaban levantados, pero sus padres aún no tenían fuerzas para estar en pie. Y pasó un día y otro día...

¡Cuántos pasos daba Chusco! Iba con su sardina, andando, andando...

Y volvía solo, pensando y  pensando...

Sentía por dentro una cosa nueva, así como en el día de su cumpleaños, cuando le daban los regalos y se ponía muy contento, pero que muy contento. Y eso que ahora no tenía regalos... ni siquiera la sardina... y ¡qué alegre estaba!

Y así un día y otro día.

El gatito, cada vez que llevaba la sardina notaba dos cosas: muchas ganas de comérsela y mucha alegría por dársela a los gatos flacos.

Todos los gatos gordos se estaban preocupando porque Chusco estaba un poco más delgado.

 Así decía mamá gata:
- Mi hijito está adelgazando.
Respondió papá gato:
- ¡Claro, no se come la sardina!
Uno de los hermanos dijo:
-Camina mucho.
El otro hermano dijo además:
- Y tiene menos tiempo para jugar.
El gatito pequeño pensó:
- No me importa

Y él seguía sin comerse la sardina, aunque le gustaba mucho y tenía, un poquitín de hambre.

Chusco estaba cada vez más contento.
Todos los gatos se preguntaban:
-¿Qué le pasa a éste que está tan alegre?

Y así cada día, con sol o con lluvia él iba con su sardina.
-¡UFF!  ¡Me estoy poniendo como una sopa!, se decía
- Pero tengo que seguir. ¡Los gatos flacos me están esperando!.

Ni la tormenta le detenía, él seguía tan contento.
 Tan contento, tan contento que empezaron a llamarle
 ¡EL GATO FELIZ!

💖💞😻💖

-¡Tú eres el gato feliz! –decían todos.
-¡Tú eres el gato feliz! –repetían.

Y los gatos flacos que ya estaban recuperados seguían alimentándose con la sardina de Chusco. Estaba muy claro, ya sabían todos por qué Chusco vivía tan contento, daba de su comida a los que tenían hambre.

Y,desde aquel día todos repartieron la leche, los bizcochos y las sardinas.

Y así fue cómo los gatos ya no eran ni muy gordos ni muy delgados.

Un día, estando las dos familias de gatos en sus tejados, vieron llegar a aquel chico, Manuel, el que les dio la idea de repartir la comida que había.
Y  ahora ninguno se volvía de espaldas. Chusco fue a su encuentro.

Manuel cogió al gatito.  ¡Qué caricias tan suaves le hizo!

 ¡Chusco era más feliz que nunca!

Sirius Flash y Orión compartiendo sueños.

Al enterarse de todos esto, otros gatos hicieron lo mismo. Cuando sabían que alguno tenía hambre decían:
- Compartiremos la comida.
- ¡Eso, eso!

Y estos gatos se lo contaron a otros, y luego éstos a otros y a otros...

 y desde entonces hay más gatos felices en el mundo

Y colorín colorado
este cuento se ha acabado
y colorín colorado
como me lo contaron 
te lo he contado.


(Si alguien sabe quién es el autor o autora de este cuento agradezco que me lo diga. Llegó a mi hace unos 25 años  y  lo cuento de vez en cuando en mi clase. )



POSIBLES PISTAS PARA EL COLOQUIO
  • ¿Qué  personajes intervienen?
  • ¿Cuál te ha gustado más? ¿Porqué?
  • ¿Cuál te ha gustado menos? ¿Por qué?
  • Tu escena favorita es...  porque...
  • La escena que no te ha gustado es... porque...
  • ¿Por qué estaba Chusco tan contento?
  • ¿A quién se le ocurre  repartir la comida?
  • ¿Qué hubieras hecho tú?
  • ¿Has conocido a alguien al que le haya pasado lo mismo?

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