El tenderete de Luisa: Ámame, no me quieras tanto

domingo, 5 de marzo de 2017

Ámame, no me quieras tanto

Acabo de leer un artículo en SINC (La ciencia es noticia) donde se hace una entrevista a Gerald Hüther (neurobiólogo y divulgador alemán)

Me viene a recordar que es el AMOR en letras mayúsculas lo que nos va a hacer crecer, evolucionar y sentir la vida. Y desde aquí pido a la comunidad educativa (familias, docentes, cargos administrativos y directivos y personal del gobierno con responsabilidad directa en el ámbito educativo) la sensibilidad y la valentía suficiente para dejar un hueco muy amplio en el día a día para dedicarse al desarrollo de esta capacidad humana y que estamos sustituyendo, inconscientemente, por competitividad, productividad, notas, etiquetas, consumismo, horarios con falta de tiempo para lo realmente importante, prisas, agotamiento...

EL AMOR SE APRENDE

ENSÉÑAME

Transcribo a continuación algunos retazos sacados de esa entrevista y que podemos dejar que repose en nuestro pensamiento un rato.

¿Es el amor lo que nos ha hecho ser lo que somos como especie, sociedad e individuos?

Tomado de:

'La evolución del amor', de Hüther.

Sin amor no tendríamos hijos ni podríamos involucrarnos con cariño y atención en su educación para ayudarles a encaminar sus propias vidas. El amor también es la fuente de nuestra creatividad, no solo en el caso de músicos y artistas; también lo es para muchos grandes políticos y científicos. Es la base de nuestra existencia y nuestros logros culturales. Por el contrario, el estrés, la presión y la ansiedad no resultan del amor, sino de la competencia, que es la fuerza motora de la especialización, no de la creatividad.
El amor es nuestra única perspectiva de supervivencia en este planeta. Estamos a punto de agotar nuestros propios recursos naturales, al explotarlos y contaminarlos, porque competimos entre nosotros, como individuos y como naciones. La única fuerza que puede vencer esta competencia autodestructiva es el amor, o si prefieres un término más cognitivo, el compromiso de equipo y la creatividad participativa.

Sin el cariño no seríamos capaces de dedicarnos a los demás y comprometernos. Tampoco podríamos alentarnos e inspirarnos los unos a los otros.
A unos les inspira la búsqueda del éxito y a otros la búsqueda de la verdad.
Para sacar provecho de nuestro potencial tenemos que encontrarnos los unos con los otros como sujetos en lugar de tratarnos como objetos.
Solo la gente “amorosa” es capaz de tratar a los demás como sujetos. Pero, en la actualidad, nuestra cultura favorece a aquellos que usan y manipulan a los demás para lograr sus propósitos. A menos que este tipo de relaciones interpersonales y culturales desarrolladas a lo largo de la historia se supere, no seremos capaces de resolver ninguno de los problemas a los que nos enfrentamos ahora. La lucha por el poder y la dominación es la verdadera causa de todos nuestros problemas.