lunes, 13 de febrero de 2017

Tómate tiempo para nacer.




Hoy en la clase de la Luna nos hemos dado cuenta, por casualidad,  que tenemos ombligo.

Tan solo dándonos cuenta de que tenemos un precioso y simpático ombligo podemos hacer el mágico viaje de los ojos cerrados, dejando que nuestra estrella nos guíe a través del tiempo y del espacio.

Es el tiempo de nacer.

Volver al seno materno mediante  técnicas de meditación no es algo nuevo. Hacerlo con niños y niñas de 4 años es  una aventura de crecimiento que les queda bastante  cercana en "su" tiempo. Y aún así lo viven con desconocimiento y  una hermosa curiosidad. 

Hoy vamos a nacer.

Te voy a llevar de viaje. De viaje a un pequeño lugar oscuro y cálido. Cierra los ojos y enciende tu estrella. Ahora sólo puedes mirar con los ojos cerrados. Ponte cómoda, ponte cómodo porque vas a estar flotando mucho tiempo. Respira tranquilo, despacio... sólo por la nariz. Cierra los ojos, enciende tu estrella y viaja conmigo.

Los que guiamos la visualización y la relajación tenemos que sentir lo que decimos para ser capaces de generar la magia de la conexión. Es difícil transcribir el tono, el ambiente, la voz, las pausas... Estamos a oscuras con música de relajación que tiene como elemento principal el agua, con sonidos de lluvia, arroyos, ríos, mares, pájaros... El suelo es amplio y todos nos buscamos el huequecito donde poder expresarnos.

Estás blandito, brillante, cada  parte de tu cuerpo desprende una luz blanca o azul o amarilla..., escoge el color que más te guste... Deja que tu estrella se pasee por la boca, la cabeza, el tronco, las manos, los pies... Te sientes muy a gusto. Ahora cuelga todas aquellas cosas que no te gustan en el Árbol de los Problemas, cuelga los enfados, el dolor de tripa, la comida que no quieres... y, también cuelga lo que te gusta, los abrazos, los juguetes, el parque... No te quedes con nada. 

Vacíate.

En este punto de la relajación-visualización les suelo llevar a un jardín donde cada semana o cada quince días vivimos una experiencia meditativa diferente. 
Hoy el jardín no es verde, es un lugar oscuro, redondo y hace mucho, mucho calorcito.

Abre la puerta y entra. Cierra.

Está oscuro y hace calor. Te meces. Estás sin ropa dentro de un burbuja de agua. No respiras, no andas, no te puedes mirar en el espejo, estás sola... y no tienes miedo. No tienes nombre, no tienes forma. 

Eres todo corazón. Un corazón que late. Un corazón con ganas de crecer. Respira. Late. Reeeelaaax. Escucha tu corazón. Sólo tú puedes escucharlo.

Este lugar es prestado, no te pertenece. Es la tripa de tu mamá. Cuida que los latidos de tu corazón no la despierten. 

Eres muy pequeña, hazte todo lo pequeña que puedas. A partir de ahora solo puedes CRECEEEEER.  Escucha la música, reeeelaaax. Junta la cabeza a tus rodillas, y mírate como un pequeño punto, como una pequeña estrella en el firmamento. Estás solo, muy solo y no tienes miedo. Tú eres todo lo que necesitas. Muévete con suavidad, aún no tienes pies.

Tu cabeza se va haciendo cada vez más grande,  y la burbuja se estira y se estira. Y te van saliendo los brazos, las piernas... Todo muy poco a poco. No tienes prisa. Tienes todo el tiempo del mundo para hacerte grande. Ahora sólo disfruta.

Te das cuenta que no tienes hambre, que no tienes ganas de hacer pis... que con ese cordón que te sale del ombligo lo tienes todo solucionado. Mamá ya lo hace  todo por ti. Tú sólo tienes que latir. Eres  todo CORAZÓN.

Te dejo, yo TAMBIÉN me voy a mi burbuja. (Un ratito de silencio)

Una música MUY suave  nos acompaña en este bienestar que hoy recuerdo,  un pequeño puntito que late al compás de un nuevo corazón.

Y voy creciendo, me hago grande, y me muevo más...

Se me queda pequeña esta burbuja de agua, no respiro,  pero querría  hacerlo; no ando, pero querría hacerlo; no me miro en el espejo, pero querría hacerlo...

Poco a poco se ha construido mi forma y... casi escucho mi nombre.

Crezco, crezco y ya tengo pelo, uñas y una fuerza tan enorme que sólo me deja ser valiente para salir de este pequeño reino donde no me ha faltado de nada.

Y moviendo con arte mi cabeza voy haciéndome hueco por este túnel  resbaladizo como un tobogán. Tengo que estrenar mis músculos.

Y asomo la cabeza, y después de la cabeza los hombros, y empujo, me  revuelvo, me agito; sale el tronco con los brazos arrugados y unas piernas dobladas que empiezan a sentir el aire y el frío. El frío. El aire. El frío. El aire.  Sobre todo, el aire. El aire. Me dan ganas de llorar muy fuerte y mira que nunca he llorado, pero es el aire. El aire en mis pulmones ha entrado sin avisar. Es momento de estrenar mis pulmones, de estrenar mi boca, mi nariz...

Y ahora, cuando ya todo termina, porque termina, o empieza,  no lo se... me cortan el suministro, mi tubito de comer...  Y me dejan un ombligo gordo como un nudo arrugado que no podré desatar jamás.

Y estos dos ojos que tienen que aprender a mirar lo miran todo.

¡Cuántas cosas para estrenar!

 Lo  tengo todo.

Cambio la música, y suenan violines, música country y celta, que invitan a bailar.


Es tu momento de bailar, baila con la vida que estrenas, baila con los nuevos amigos, con la nueva familia, con las cosas que te rodean, las plantas, las piedras, los animales, el suelo, el aire, bendito aire, ... Estrena tu PIEL, puedes tocar, sentir... Estrena tu boca , puedes gritar, llorar, pedir...  puedes besar y sentir que te besan. Abraza,  baila y salta. Nunca dejes de celebrarlo. Vivir es una fiesta. Celébralo todos los días. Aprende a hablar. Habla, di lo que sientes, canta, corre,  dibuja... Recuerda que estás solo, estás sola y NO TIENES MIEDO.

Es Momento de Bailar. Porque Ya nací.


Poco a poco busca la puerta de tu jardín. Es hora de regresar. Abre, sal y cierra bien. Despídete del Árbol de los Problemas y no cojas nada, no lo necesitas.

Recuerda  guardar tu estrella en tu corazón. Puedes volver a cogerla cuando tú quieras, cuando la necesites. Es tuya. Estás hecho de polvo de estrellas. Ella te permitirá ver lo que tus dos ojos no quieren mirar.

Mueve tu dedos, estírate... poco a poco iré encendiendo la luz para volver al aquí y ahora.

Esta experiencia de vivenciación es muy gratificante,  tanto para mi como para mis alumnos/as.  La hemos repetido varias veces. Y cada vez es diferente. He intentado transmitirla lo más fielmente que he podido. Mi intención, al exponerla aquí, es abrir una puerta a esta expresión del ser y que te pueda servir como punto de arranque para tu vivencia personal o de grupo. Solamente si tú lo sientes, lo transmites. Y, si quieres, puedes sentirlo. Pruébalo.

Espero que te haya gustado mi  baile porque es el mismo baile que bailaste tú.

Esta  meditación se ha visto enriquecida con un sencillo panel expositivo titulado "Dentro de mamá". Los niños/as y yo hemos aportado imágenes, ecografías, fotos... y hemos intentado observar el vientre materno desde el punto de vista natural y científico.

Un buen vídeo es "En el vientre materno. National Geographic"  que aunque es bastante largo, tiene unas imágenes exquisitas y podemos visualizar por partes en función de nuestros intereses. Lo que yo he hecho en una de las meditaciones es quitar el volumen al vídeo y poner en su lugar música de relajación muy suave con sonidos de agua que invitan a la tranquilidad, apagar la luz y realizar la vivenciación de manera pausada y tranquila. Un gran momento.


Y una anécdota, expresión de los niños al ver "la carrera de espermatozoides" hacia el óvulo: _"¡Hala! ¡Qué bonito!"


No  olvidemos la belleza.


Relájate ahora, no lo dejes para 
luego...
Porque si tomaste  tiempo para nacer
ahora tómate tiempo para vivir.



Aquí tienes el enlace 
por si quieres utilizarlo.




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