La mejor manera de comerse el mundo es cogiéndolo con las manos y llevárselo a la boca.
No pasa lo mismo con la luna.
Es un poco más complicado.
Necesitamos de otros para poder conseguirlo.
Necesito a otro conmigo,
otro necesita de mi.
A eso se le llama "hacer equipo".
Es complicado cuando se trata de la luna.
Y hay un libro que a mi siempre me ha parecido mágico, de la editorial Kalandraka, escrito e ilustrado por Michael Grejniec que se titula "¿A qué sabe la luna?" que puedes encontrar en la biblioteca y que hace mucho más sencillo llegar a tocar la luna.
Con un libro es muy fácil comerse la luna.
Leemos y, mientras leemos nos transformamos en todos y cada uno de los personajes que aparecen en la historia. Nos maquillamos y movemos nuestro cuerpo igual que en la historia.
Somos los actores de nuestro propio cuento.
Les ponemos la voz y,
les ponemos la emoción.
En el Rincón del Cuento de mi clase esperan los personajes que quieren volver a comerse la luna.
Si pruebas a pintar la luna con los dedos descubrirás que en el universo todo es posible.
Ahora, si quieres, apaga la luz y comparte esta historia con quien tú quieras.
Disfruta.
Saborea.
Si quieres navegar en una barquita llamada Luna sigue el siguiente enlace:
Una barquita llamada Luna
Una barquita llamada Luna
TE VEO EN LA LUNA.
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