Pueden equipararla como una forma de dormir. En su pensamiento, la persona muerta sigue comiendo, respirando y existiendo y se despertará en algún momento para volver a llevar una vida normal.
Aunque no comprende lo que es la muerte, sí es sensible a la situación, a las reacciones que le rodean, a la ausencia.
Y le afecta.
Es mejor hablar de lo sucedido lo antes posible,
pasada la confusión de las primeras horas. Buscar el momento y el lugar adecuados y, con el
lenguaje apropiado para su edad, contar al pequeño lo ocurrido.
La información y las palabras son importantes.
Para que el niño inicie adecuadamente el proceso de duelo, es necesario que comprenda que el ser querido no regresará.
La muerte es un hecho permanente; el cuerpo y la vida se detienen del todo, ya no podrán caminar, respirar o comer nunca más. No están durmiendo.
Evitar expresiones del tipo: “se ha quedado
dormido”, “se ha marchado de viaje…
Animarles a preguntar y a hablar
sobre ello.
Para que el niño entienda la
muerte, es útil emplear ejemplos traídos de la naturaleza, como las hojas en
otoño…
El acompañamiento emocional implica
permitir la expresión de las emociones y sentimientos, del llanto y la
tristeza, validando sentimientos.
Los adultos que rodean al niño
también deberán hablar de sus sentimientos de tristeza, sin ocultar su
expresión emocional.
Las emociones del niño ante la pérdida de un ser querido son muy
intensas y hay que permitirle expresarlas.
Puede sentir rabia, impotencia,
incertidumbre, sentirse abandonado, tener pesadillas, travesuras, juegos
ruidosos, alteraciones del sueño y alimentación, enfado dirigido hacia personas
cercanas o cosas, puede sentirse culpable…
Cosas que podemos hacer con nuestros niños para canalizar y
expresar sus emociones:
Legitimizar sus sentimientos.
Animarle a expresar sus emociones y sentimientos en compañía de un familiar.
Leerle cuentos o historietas.
Abrazar al niño, consolar, acariciar…
Animarle a realizar alguna actividad física.
Animarle a que no se esconda para llorar.
Caminar con el niño.
Hablar con el niño del ser querido que falleció.
Llorar con él.
Hacer juntos un álbum, una cartelera o una caja de recuerdos.
Visitar el cementerio con el niño si él lo desea.
Hablar con el niño de sus temores y angustias.
Animarle a dibujar o pintar siempre y libremente lo que él siente.
Estimularle a elaborar un homenaje personalizado.
Animarle a escribir/dibujar un diario.
Terapia del Rasgado de Papel.
Terapia del Rayado de Papel.
Jugar y estar siempre ahí, con el niño.
Terapia del Inflado y Estallido de globos.
Músicoterapia.
Comprarle un cuento sobre la muerte.
Salir de compras.
Salir de paseo al campo o a un parque.
Terapia de Gritos.
Trabajar con arcilla, plastilina o masa.
Montar una Sesión de Títeres.
Darle un masaje.
Ir a la piscina.
Sembrar un árbol.
Elevar un globo (con un mensaje colgado de una cuerda) o una cometa.
Fuentes:
“El duelo en el niño” de María del Mar García Orgaz. Psicóloga infantil.
Los niños y los procesos de duelo por la muerte de un familiar” (Fuentes: Kroen, WC. “Cómo ayudar a los niños a afrontar la pérdida de un ser querido”. Rolland, J.S. “Familias, enfermedad y discapacidad”. Bucai,J. “El camino de las lágrimas”. Adaptación: Jesús Bernal H.
Equipo de Atención Temprana de Palencia
“Te echo de menos” Edit. Juventud. (¿Qué quiere decir la expresión?)
“Más allá del gran río” . Edit. Juventud. (Tengo que hacer un viaje, pero no puedo llevarte. Es un viaje que tengo que hacer yo sola)
“Se ha muerto el abuelo” Con sugerencias para padres. (De Gerlinde Ortner: Cuentos que ayudan a los niños. Historias para vencer el miedo y otros problemas cotidianos. Círculo de lectores).
“Las dos hojas” ( Ver en El Tenderete de Luisa: https://eltenderetedeluisa.blogspot.com/2017/10/el-cuento-de-las-dos-hojas.html)
“El libro de antes y después de la vida, el libro de la vida” Para leérselo a los niños.
"Así es la vida" de Ana Luisa Ramírez y Carmen Ramírez
"Yo quiero saber ¿qué es la muerte? Una guía para niños, familiares, maestros y profesionales de la salud. María Fernanda Busqueta Mendoza.
"Nana Vieja" de Margaret Wild y Ron Biooks.
"Ramona, la mona" de Aitana Carrasco Inglés.
"Vacío" de Anna Llenas
"El corazón y la botella" de Oliver Jeffers
"La isla del abuelo" de Benji Davies
"El árbol de los recuerdos" de Britta Teckentrup
"Yo siempre te querré" de Hans Wilhelm
"No es fácil, pequeña ardilla" de Elisa Ramon
"El Señor Muerte en una avellana" de Eric Maddern y Paul Hess
"Adiós abuela" de Mieke Van Hof y Ronald Heuninck
"En todas partes y en cualquier lugar" de Pimm Van Hest y Sassafras de Bruyn
"La abuela de arriba y la abuela de abajo"
"Jack y la muerte" de Tim Bowley y Natalie Pudalov
"El hilo de la vida" de Davide Cali y Serge Bloch
"¿Dónde está el abuelo?" de Mar Cortina y Amparo Peguero.
"El Pato y la Muerte" de Wolf Erlbruch
"Es así" de Paloma Valdivia
"Llora, corazón, pero no te rompas" de Glenn Ringtved y Charlotte Pardi
"Mi perro Gruyère"
"Mi abuela es una estrella" de Carl Norac e Ingrid Gordon
"Soy la muerte" de Elisabeth Larsen y Marine Schneider
"¿Cómo es posible? La historia de Elvis" de Peter Schossow
"Como si el ruido pudiera molestar" de Gustavo Roldán
"Duele" de Melina Pogorelsky y Rocío Alejandro
"Francisca y la muerte" de Onelio Jorge Cardoso y Caldo de Pollo
"Una mamá para Owen" de Marion Dane Bauer y de John Butler
"Abuelo, ¿dónde estás?" de Elisa Mantoni
"El ángel del abuelo" de Jutta Bauer
"Cactus" de Yoko Kitami
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