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HISTORIA UNIVERSAL
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l principio, la Tierra estaba llena de fallos y
fue una ardua tarea hacerla más habitable. No había puentes para atravesar los
ríos. No había caminos para subir a
los montes. ¿Quería uno sentarse?
Ni siquiera un banquillo, ni sombra. ¿Se moría uno de sueño? No existían las
camas. Ni zapatos ni botas para no pincharse los pies. No había gafas para los
que veían poco. No había balones para jugar un partido; tampoco había ni ollas
ni fuego para cocer los macarrones; es más, mirándolo bien, tampoco había
macarrones. No había nada de nada. Cero tras cero y basta. Sólo estaban los
hombres, con dos brazos para trabajar, y así se pudo poner remedio a los fallos
más grandes. Pero todavía quedan muchos por corregir: ¡Arremangaos, que hay
trabajo para todos!
De Gianni Rodari en “Cuentos por teléfono”
A partir de aquí, y bien arremangados, continuamos esta historia
universal en una clase de Educación Infantil .
ÉRANSE UNA VEZ… NUESTRAS PROFESIONES…
...U
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n planeta, nuestra
tierra, que entre todos conseguimos “arreglar” para vivir mejor. Y fijaos bien
cómo ha quedado nuestro mundo porque está precioso.
Que tenemos ganas de
comernos un “donuts”… (que nos encanta) ahí está el papá de Andrea que se
encarga de repartirlos por las tiendas y
gracias al papá de Alba las cosas
que nos rodean tienen color y no me digáis que no es bonito porque si
no... imaginaos un mundo de cosas sin color.
Hace muchísimos años las gentes no disponían de ropa, tuvieron
que ingeniárselas con la piel de los animales para construirse vestidos y ya
sabéis “tengo un problema... busco una solución” y hoy gracias a la tía de Sara
que es costurera tenemos pantalones, faldas, camisetas, jerséis... ella
los confecciona y la mamá de Raúl vende la ropa en una tienda para que
nos podamos vestir y estar guapos.
Ir a comprar a una tienda es mucho más cómodo que salir a
cazar.... y no sólo para vestirnos sino
también para comer... menos mal que la mamá de Lara trabaja en una carnicería
y allí compramos la carne; nuestros
antepasados para comerse un filete tenían que vivir mil aventuras, primero
construirse las flechas y cuchillos con palos y piedras, salir a cazar,
transportar el animal hasta su casa,
trocear el animal en cachitos pequeños, inventar el fuego para cocinar la comida porque comerse el
filete crudo era muy desagradable y peligroso... ¡Qué suerte tenemos ahora!
Sólo tenemos que cruzar la calle e ir a la tienda.
Aquellas gentes del principio del mundo se refugiaban en cuevas,
no tenían las casas como tú y como yo, poco a poco fueron aprendiendo a
construir casas con paja, madera, piedra, ladrillo, cemento... pero antes de
construir una casa la mamá de Cloe tiene que dibujarla, es arquitecta y
así los albañiles pueden fijarse en su dibujo para hacer una casa firme y
segura. ¡Qué gusto estar en casa!
Pero... pensad por un momento que vais a
abrir el grifo y no sale agua, que queréis bañaros y no sale agua.... que...
Pero ¿quién se encarga de que el agua llegue a casa? ¡Ah! ¡Qué respiro! ¡Qué tranquilidad! El papá
de Juan se encarga de eso, es todo un
lujo saber que voy a tener agua en casa cuando tenga sed o necesite lavarme y
no como hace años que tenían que ir con cubos hasta el río para recoger el agua o lavar la ropa... Y hablando de lavar la
ropa... os recuerdo que no hace falta ir con la cesta de la ropa sucia al río;
no, no es necesario porque el papá de Sandra vende lavadoras y también frigoríficos para tener la
comida fresquita conservando los alimentos sanos. Durante todos estos años
hemos ido comprando y acumulando cosas que guardamos en casa (muebles, ropa,
juguetes, discos, libros...) y necesitamos tenerlo todo bien colocado y
ordenado y gracias al papá de Victoria lo hemos conseguido porque es ebanista
y con la madera construye armarios, estanterías... esto hace que en casa
estemos más a gusto, y si se nos rompe una mesa a lo mejor también nos la puede
arreglar.
La verdad es que ahora en casa tenemos de todo. Una cosa que no
tenían nuestros antepasados era el ordenador; una herramienta muy útil
para trabajar, divertirse y aprender, vemos ordenadores por todos los sitios
(colegio, casa, tiendas, hospital,...) y cuando se nos rompe nos quedamos con
la boca abierta diciendo ¿y ahora... qué
hago yo? Pues no os preocupéis porque conocemos
también a alguien que se encarga de arreglarlo y no es otro que el papá de Víctor
que como técnico informático sabe hacerlo estupendamente.
Y no sé si os pasa a vosotros, pero a mi si, lo que más nos
gusta hacer después de un largo día de trabajo en el cole, en la tienda, en el
taller, es volver a casa. Pero volver a
casa está muy bien si está limpia y
ordenada, si hay alguien que nos ha preparado la comida o la merienda y ese es
un trabajo que realiza la mamá de Andrea
que como ama de casa se preocupa
de que todo esté a punto (la ropa limpia, planchada, la comida hecha, el suelo
barrido, y muchas más cosas), todas las
casas necesitan un amo o ama de casa.
Vamos a salir un poco de casa que necesitamos respirar aire puro
y fresco, paseemos..., nos gusta que también nuestra calle esté limpia; menudo
rollo y qué desagrado pasear por una calle sucia con papeles, restos de hojas,
polvo de tierra... gracias al papá de Miguel Ángel podemos disfrutar de unas
calles limpias porque es barrendero y se encarga de barrer la calle. Así
da gusto caminar, y nosotros usaremos las papeleras para tirar los
envoltorios y ayudar a mantener nuestras calles, nuestro
planeta más limpio... Paseemos... ¿Has
notado algo cuando respiras? Ah!!! Tú, sí!!!
Claro, es el oxígeno que respiras. Son los árboles quienes nos regalan
ese aire puro y fresco del que antes te hablé. Los árboles necesitan cuidados
para que no se pongan malitos como a veces nos pasa a nosotros; gracias a los
árboles nuestro planeta está sano… y de
los árboles y de los bosques se encarga el papá de Claudia que
también enseña a otras personas como profe para que sigan cuidando el mundo y
todos podamos respirar bien.
Desde que se inventó el mundo hasta ahora han pasado muchísimas
historias, aventuras, se han inventado aparatos, hemos aprendido lo que sabemos
porque nos hemos ido contando las cosas unos a otros, los que saben se lo
cuentan a los que no saben , poco a poco, todos vamos sabiendo más. Gracias al
papá de Silvia podemos seguir aprendiendo cosas nuevas porque es profesor, enseña
con los números y si ponéis un poco de atención os daréis cuenta que estamos
rodeados de números y que con los números podemos inventar cosas para vivir
mejor, mantened los ojos bien abiertos cuando veáis un número...
Para aprender vamos al cole. Algunos van al cole andando, en
bici, otros en coche y algunos van en
autobús. Hay un autobús muy especial que lleva a las personas que no pueden
caminar bien o que usan sillas de ruedas para ir de un sitio a otro; el papá de
Rubén es conductor de un autobús de la Cruz Roja y gracias a él los niños y los abuelos pueden ir al cole, al hospital... donde
quieran. Vamos a muchos lugares usando el coche, no sólo al cole, también
cuando vamos de excursión o de viaje, o cuando vamos a visitar a los abuelos o
a algún amigo... Usamos tanto el coche que a veces se rompe el motor, pinchamos
una rueda... y necesitamos llamar al papá de Henry, mecánico que se encarga de arreglar el
coche si se nos estropea... y es que parece que no sabemos hacer nada si no
tenemos coche... cómo irían las personas del principio del mundo de un lugar a
otro... si no había coches ni mecánicos, ni autobuses, ni conductores de
autobuses... ¡Cuánto hemos tenido que aprender!
Me doy cuenta que para poder disfrutar de todo lo que tenemos y
de lo que somos es muy importante estar sanos y para ello contamos en el mundo
con muchísimas personas que dedican su tiempo a los demás, a nosotros, desde que nacemos (venimos al mundo) hasta que nos vamos. El papá de Samuel, médico
con ambulancia puede llevarnos hasta un hospital si tenemos un accidente
o una enfermedad que nos impide ir andando, hace que las personas enfermas
estén bien cuidadas hasta que llegan al hospital; en un hospital o en un centro de salud
trabajan la mamá de Diego, la tía de Isabel, la mamá de Sara y la
mamá de Alba, gracias a ellas podemos
estar sanos, bien cuidados, nos curan si estamos enfermos, nos ponen las
inyecciones, las vacunas…, son enfermeras y auxiliares de clínica; todos ellos usan medicinas y consejos
para curarnos y/o estar sanos, pero si no queréis medicinas también existen
desde hace muchísimo tiempo personas que pueden curar a los enfermos con las manos
y el papá de Juan lo sabe hacer
porque es sanador.
Y si es necesario trabajar para tener el mundo y nuestro cuerpo
en perfecto estado muy necesario para ser un poco más feliz es divertirse. El papá de Nerea trabaja para
que tú disfrutes de los jardines y de las piscinas, ¡A que te gusta jugar en el
agua! Pues él construye jardines y piscinas por toda España.
Y desde el principio de
los tiempos disfrutamos con la música, música con instrumentos, sin
instrumentos, hecha con nuestro cuerpo, con nuestra voz... y necesitamos que
alguien nos enseñe a bailar; cuando queráis aprender sólo tenéis que
preguntar a Nicole porque su mamá es monitora de baile, y seguro que
está encantada de ayudarnos. Y a quién no le gustaría tener un papá mago,
que con varita, chistera y palabras
mágicas nos arrancara una sonrisa de vez en cuando; el papá de Mario tiene esa
varita y esa chistera y esas palabras mágicas y va por los colegios, por
teatros... haciendo de nuestro planeta un mundo mágico donde vivir.
Y ahora, hijo mío, amigo mío, alumna mía... tú tienes que
continuar la historia; crecerás y un oficio elegirás, seguirás caminando hacia
delante construyendo cosas nuevas pero no te olvides de mirar atrás porque
encontrarás la sabiduría.
De tu maestra: Mª
Luisa Malanda Ramos (Marzo 2009)
Y LA SABIDURÍA ESTÁ EN TI.
Después
de esta historia no podemos permitirnos discutir o pensar qué profesión es más importante. Todos los oficios enunciados
en el texto fueron presentados por los/as niños/as en un pequeño libreto donde
explicaban la profesión de un familiar. Surgió esta historia de manera natural
y espontánea. Y como tal es única e irrepetible. Pero favorece que la podamos
tomar como modelo de partida para generar pequeñas historias holísticas en
nuestras clases. Y no importan en qué nivel educativo nos encontremos.
Animo
a los/as maestros/as, familias y educadores a crear con la imaginación
historias que nos hagan sentir bien con lo que hacemos y con quienes somos.
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