domingo, 11 de mayo de 2014

¿Qué quieres ser de mayor?

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HISTORIA UNIVERSAL

A
l  principio, la Tierra estaba llena de fallos y fue una ardua tarea hacerla más habitable. No había puentes para atravesar los ríos. No había caminos para subir a  los  montes. ¿Quería uno sentarse? Ni siquiera un banquillo, ni sombra. ¿Se moría uno de sueño? No existían las camas. Ni zapatos ni botas para no pincharse los pies. No había gafas para los que veían poco. No había balones para jugar un partido; tampoco había ni ollas ni fuego para cocer los macarrones; es más, mirándolo bien, tampoco había macarrones. No había nada de nada. Cero tras cero y basta. Sólo estaban los hombres, con dos brazos para trabajar, y así se pudo poner remedio a los fallos más grandes. Pero todavía quedan muchos por corregir: ¡Arremangaos, que hay trabajo para todos!
              De Gianni Rodari  en “Cuentos por teléfono”



A partir de aquí,  y bien arremangados, continuamos esta historia universal en una clase de Educación Infantil .



ÉRANSE UNA VEZ… NUESTRAS PROFESIONES…

...U
n planeta, nuestra tierra, que entre todos conseguimos “arreglar” para vivir mejor. Y fijaos bien cómo ha quedado nuestro mundo porque está precioso.
Que tenemos ganas de comernos un “donuts”… (que nos encanta) ahí está el papá de Andrea que se encarga de repartirlos por las tiendas y  gracias al papá de Alba  las cosas que nos rodean tienen color y no me digáis que no es bonito porque si no... imaginaos un mundo de cosas sin color.
Hace muchísimos años las gentes no disponían de ropa, tuvieron que ingeniárselas con la piel de los animales para construirse vestidos y ya sabéis “tengo un problema... busco una solución” y hoy gracias a la tía de Sara que es costurera tenemos pantalones, faldas, camisetas, jerséis... ella los confecciona y la mamá de Raúl vende la ropa en una tienda para que nos podamos vestir y estar guapos.

Ir a comprar a una tienda es mucho más cómodo que salir a cazar.... y no sólo  para vestirnos sino también para comer... menos mal que la mamá de Lara trabaja en una carnicería y allí compramos la carne;  nuestros antepasados para comerse un filete tenían que vivir mil aventuras, primero construirse las flechas y cuchillos con palos y piedras, salir a cazar, transportar el animal hasta su casa,  trocear el animal en cachitos pequeños, inventar el fuego  para cocinar la comida porque comerse el filete crudo era muy desagradable y peligroso... ¡Qué suerte tenemos ahora! Sólo tenemos que cruzar la calle e ir a la tienda.
Aquellas gentes del principio del mundo se refugiaban en cuevas, no tenían las casas como tú y como yo, poco a poco fueron aprendiendo a construir casas con paja, madera, piedra, ladrillo, cemento... pero antes de construir una casa la mamá de Cloe tiene que dibujarla, es arquitecta y así los albañiles pueden fijarse en su dibujo para hacer una casa firme y segura.  ¡Qué gusto estar en casa! Pero...  pensad por un momento que vais a abrir el grifo y no sale agua, que queréis bañaros y no sale agua.... que... Pero ¿quién se encarga de que el agua llegue a casa?  ¡Ah! ¡Qué respiro! ¡Qué tranquilidad! El papá de Juan  se encarga de eso, es todo un lujo saber que voy a tener agua en casa cuando tenga sed o necesite lavarme y no como hace años que tenían que ir con cubos hasta el río para recoger el agua  o lavar la ropa... Y hablando de lavar la ropa... os recuerdo que no hace falta ir con la cesta de la ropa sucia al río; no, no es necesario porque el papá de Sandra vende lavadorastambién frigoríficos para tener la comida fresquita conservando los alimentos sanos. Durante todos estos años hemos ido comprando y acumulando cosas que guardamos en casa (muebles, ropa, juguetes, discos, libros...) y necesitamos tenerlo todo bien colocado y ordenado y gracias al papá de Victoria lo hemos conseguido porque es ebanista y con la madera construye armarios, estanterías... esto hace que en casa estemos más a gusto, y si se nos rompe una mesa a lo mejor también nos la puede arreglar. 

La verdad es que ahora en casa tenemos de todo. Una cosa que no tenían nuestros antepasados era el ordenador; una herramienta muy útil para trabajar, divertirse y aprender, vemos ordenadores por todos los sitios (colegio, casa, tiendas, hospital,...) y cuando se nos rompe nos quedamos con la boca abierta diciendo  ¿y ahora... qué hago yo?  Pues no os preocupéis porque conocemos también a alguien que se encarga de arreglarlo y no es otro que el papá de Víctor que como técnico informático sabe hacerlo estupendamente.

Y no sé si os pasa a vosotros, pero a mi si, lo que más nos gusta hacer después de un largo día de trabajo en el cole, en la tienda, en el taller, es volver a casa.  Pero volver a casa  está muy bien si está limpia y ordenada, si hay alguien que nos ha preparado la comida o la merienda y ese es un trabajo que realiza  la mamá de Andrea  que como ama de casa se preocupa de que todo esté a punto (la ropa limpia, planchada, la comida hecha, el suelo barrido, y muchas más cosas),  todas las casas necesitan un amo o ama de casa.

Vamos a salir un poco de casa que necesitamos respirar aire puro y fresco, paseemos..., nos gusta que también nuestra calle esté limpia; menudo rollo y qué desagrado pasear por una calle sucia con papeles, restos de hojas, polvo de tierra... gracias al papá de Miguel Ángel podemos disfrutar de unas calles limpias porque es barrendero y se encarga de barrer la calle. Así da gusto caminar, y nosotros usaremos las papeleras para tirar los envoltorios  y  ayudar a mantener nuestras calles, nuestro planeta más limpio...  Paseemos... ¿Has notado algo cuando respiras? Ah!!! Tú, sí!!!  Claro, es el oxígeno que respiras. Son los árboles quienes nos regalan ese aire puro y fresco del que antes te hablé. Los árboles necesitan cuidados para que no se pongan malitos como a veces nos pasa a nosotros; gracias a los árboles nuestro planeta está sano…  y de los árboles y de los bosques se encarga el papá de Claudia que también enseña a otras personas como profe para que sigan cuidando el mundo y todos podamos respirar bien.

Desde que se inventó el mundo hasta ahora han pasado muchísimas historias, aventuras, se han inventado aparatos, hemos aprendido lo que sabemos porque nos hemos ido contando las cosas unos a otros, los que saben se lo cuentan a los que no saben , poco a poco, todos vamos sabiendo más. Gracias al papá de Silvia podemos seguir aprendiendo cosas nuevas porque es profesor, enseña con los números y si ponéis un poco de atención os daréis cuenta que estamos rodeados de números y que con los números podemos inventar cosas para vivir mejor, mantened los ojos bien abiertos cuando veáis un número...

Para aprender vamos al cole. Algunos van al cole andando, en bici,  otros en coche y algunos van en autobús. Hay un autobús muy especial que lleva a las personas que no pueden caminar bien o que usan sillas de ruedas para ir de un sitio a otro; el papá de Rubén es conductor de un autobús de la Cruz Roja  y gracias a él los niños y los abuelos  pueden ir al cole, al hospital... donde quieran. Vamos a muchos lugares usando el coche, no sólo al cole, también cuando vamos de excursión o de viaje, o cuando vamos a visitar a los abuelos o a algún amigo... Usamos tanto el coche que a veces se rompe el motor, pinchamos una rueda... y necesitamos llamar al papá de Henry, mecánico que se encarga de arreglar el coche si se nos estropea... y es que parece que no sabemos hacer nada si no tenemos coche... cómo irían las personas del principio del mundo de un lugar a otro... si no había coches ni mecánicos, ni autobuses, ni conductores de autobuses... ¡Cuánto hemos tenido que aprender!

Me doy cuenta que para poder disfrutar de todo lo que tenemos y de lo que somos es muy importante estar sanos y para ello contamos en el mundo con muchísimas personas que dedican su tiempo a los demás, a nosotros,  desde que nacemos (venimos al mundo)  hasta que nos vamos. El papá de Samuel, médico con ambulancia puede llevarnos hasta un hospital si tenemos un accidente o una enfermedad que nos impide ir andando, hace que las personas enfermas estén bien cuidadas hasta que llegan al hospital;  en un hospital o en un centro de salud trabajan la mamá de Diego, la tía de Isabel, la mamá de Sara  y  la mamá de Alba, gracias a ellas podemos estar sanos, bien cuidados, nos curan si estamos enfermos, nos ponen las inyecciones, las vacunas…, son enfermeras y auxiliares de clínica;  todos ellos usan medicinas y consejos para curarnos y/o estar sanos, pero si no queréis medicinas también existen desde hace muchísimo tiempo personas que pueden curar a los enfermos con las manos y el papá de Juan   lo sabe hacer porque es sanador.

Y si es necesario trabajar para tener el mundo y nuestro cuerpo en perfecto estado muy necesario para ser un poco más feliz  es divertirse. El papá de Nerea trabaja para que tú disfrutes de los jardines y de las piscinas, ¡A que te gusta jugar en el agua! Pues él construye jardines y piscinas por toda España.


 Y desde el principio de los tiempos disfrutamos con la música, música con instrumentos, sin instrumentos, hecha con nuestro cuerpo, con nuestra voz... y necesitamos que alguien nos enseñe a bailar; cuando queráis aprender sólo tenéis que preguntar a Nicole porque su mamá es monitora de baile, y seguro que está encantada de ayudarnos. Y a quién no le gustaría tener un papá mago, que con varita, chistera  y palabras mágicas nos arrancara una sonrisa de vez en cuando; el papá de Mario tiene esa varita y esa chistera y esas palabras mágicas y va por los colegios, por teatros... haciendo de nuestro planeta un mundo mágico donde vivir.

Y ahora, hijo mío, amigo mío, alumna mía... tú tienes que continuar la historia; crecerás y un oficio elegirás, seguirás caminando hacia delante construyendo cosas nuevas pero no te olvides de mirar atrás porque encontrarás la sabiduría.

De tu maestra: Mª Luisa Malanda Ramos  (Marzo 2009)

Y LA SABIDURÍA ESTÁ EN TI.

Después de esta historia  no podemos permitirnos discutir o pensar qué profesión es más importante. Todos los oficios enunciados en el texto fueron presentados por los/as niños/as en un pequeño libreto donde explicaban la profesión de un familiar. Surgió esta historia de manera natural y espontánea. Y como tal es única e irrepetible. Pero favorece que la podamos tomar como modelo de partida para generar pequeñas historias holísticas en nuestras clases. Y no importan en qué nivel educativo nos encontremos.


Animo a los/as maestros/as, familias y educadores a crear con la imaginación historias que nos hagan sentir bien con lo que hacemos y con quienes somos.




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