jueves, 18 de diciembre de 2014

¿Qué haces esta navidad?


A Juani



VAMOS A VACIARNOS DE ÓRDENES Y DE INSTRUCCIONES







ES TIEMPO DE VACIARSE


Quiero cantar como lo hacen las aves. Sin preocuparse por quien escuche o lo que otros piensen.
Rumi


lunes, 1 de diciembre de 2014

Los duendecillos y el zapatero

Un cuento de los Hermanos Grimm

            

PARA NARRAR:



             Había una vez un zapatero que, sin tener ninguna culpa, llegó a ser tan pobre, tan pobre que sólo le quedaba un trozo de cuero para hacer un par de zapatos. Así pues, por la noche, cortó los zapatos pensando coserlos al día siguiente y se acostó tranquilamente en su cama.

            Al otro día, cuando se disponía a trabajar, vio que sobre la mesa estaban los dos zapatos ya hechos, y muy bien hechos.

            Se quedó muy sorprendido y sin saber qué decir. Los cogió para examinarlos  de cerca y dijo:   -¡Vaya trabajo más bien hecho! ¡Ni una sola puntada mal dada!

            Puso los zapatos  encima del mostrador y en seguida llegó un comprador, y como los zapatos le gustaron tanto, pagó por ellos el doble de lo que valían. El zapatero, muy contento, pudo comprar cuero para dos pares de zapatos.

            Por la noche cortó los dos pares de zapatos para, a la mañana siguiente, ponerse a trabajar con muchas ganas. Pero no fue necesario porque cuando  se levantó ya los encontró terminados sin que faltara nada. Tampoco le faltaron compradores que se lo pagaran muy bien, tan bien que pudo comprar cuero para cuatro pares.

            A primera hora de la mañana siguiente encontró también los cuatro pares acabados y así continuó sucediendo: lo que cortaba por la noche lo encontraba hecho por la mañana; de este modo pronto volvió a  tener su taller y llegó a convertirse en un hombre acomodado.

            Una noche cercana a la Navidad, el hombre había preparado  el trabajo y cuando fue la hora de dormir le dijo a su mujer:
-¿Qué te parece si esta noche nos quedásemos despiertos para ver quién nos está ayudando tan generosamente?   La mujer estuvo de acuerdo y encendió una lamparilla; después se escondieron en un rincón de la habitación, detrás de las cortinas, y esperaron que se hiciera de noche.

            A medianoche, llegaron dos duendecillos pequeños, alegres y muy graciosos, que se colocaron delante de la mesa del zapatero, cogieron todo el trabajo que estaba por hacer y cantando y riendo empezaron a trabajar con tanto empeño y tan deprisa que el zapatero, maravillado, no podía apartar los ojos de ellos. Los duendecillos no descansaron hasta que todo estuvo acabado, después se marcharon rápidamente.

            Al día siguiente la mujer dijo: - Esos duendecillos nos han hecho ricos; debemos demostrarles nuestro agradecimiento. Ya los has visto, andan desnuditos por el mundo, sin nada sobre la piel y seguro que cuando llega el invierno deben de tener mucho frío. ¿Sabes qué? Voy a hacerles una camisa, una chaqueta, un chaleco y unas medias de lana para cada uno; tú hazles un par de zapatos.

            El hombre contestó:  -Me parece muy bien. Pongámonos a trabajar en seguida.
            Y al anochecer, cuando lo tuvieron todo terminado pusieron los regalos en lugar del trabajo que cada día dejaban. Entonces se escondieron muy bien para ver qué cara ponían los duendecillos.
            Al sonar las doce llegaron saltando y brincando y fueron directos a hacer el trabajo, pero… al ver todo lo que había en lugar del cuero preparado para hacer zapatos, primero se quedaron pasmados, pero después se pusieron muy contentos. Cogieron todas las cosas y se vistieron rápidamente. Estaban tan contentos que empezaron a saltar y a bailar; saltaron y bailaron tanto que, sin darse cuenta, salieron a la calle.

            Siguieron cantando y bailando y seguro que aún lo hacen si es que todavía no han parado.
            Desde aquel día no volvieron más, pero el zapatero fue tan feliz mientras vivió que, tanto él como su mujer, cosa que emprendían cosas que acertaban.




Y COLORÍN COLORADO, ESTE CUENTO SE HA ACABADO. 
Y COLORÍN COLORETE, POR LA CHIMENEA SALE UN COHETE.


PARA RECITAR:



Zapatero, tero, tero
Zapatero remendón.
Se me han roto los zapatos
por la punta y el tacón.

Zapatero, tero, tero,
Zapatero remendón,
compónmelos tú que sabes
con la lezna y el punzón.

Yo quisiera ser herrero
para una fragua tener
y a los burros pequeñitos,
los zapatos componer.

Bajan del monte
los duendecillos.
Durante la noche
se hacen amigos



PARA VER Y ESCUCHAR:






jueves, 23 de octubre de 2014

Nadarín

PARA QUE ME LEAS

Una feliz bandada de pececitos vivía en un rincón  cualquiera del mar. Todos eran rojos. Sólo uno de ellos era tan negro como la concha de un mejillón. Nadaba más rápido que sus hermanos y hermanas. Se llamaba Nadarín.

viernes, 17 de octubre de 2014

¡Cuánta hoja por el suelo!

AHORA QUE ES OTOÑO...  ¡APROVÉCHATE!


Recoge hojas caídas del árbol. Intenta coger hojas de diferentes árboles. Así variarás colores, formas y tamaños.

Prénsalas para que no se deformen. Déjalas unos días debajo de varios libros para que se alisen. Puedes usar un libro grueso y dejar las hojas entre sus páginas.  También puedes   dejarlas entre las páginas de un  periódico y poner peso encima.

Y ¡DISFRUTA, CREA!


Primero prueba a componer diferentes figuras sobre la mesa. Luego sobre la cartulina sin utilizar pegamento y, finalmente pega las hojas cuando estés seguro o segura de lo que quieres hacer.

Puedes completar tu composición usando rotuladores, ceras,...

Una vez terminado pasa cola blanca con un pincel sobre la figura para que tu obra de arte sea duradera.

En internet y en diferentes libros puedes encontrar composiciones para fijarte y copiar. Pero te puedo asegurar que  es más enriquecedor generar un ambiente creativo y poner las hojas a disposición de nuestra Imaginación.

Comparto  una pequeña colección fotográfica del proceso creativo en la clase de La Luna. Veinticinco niños y niñas de 5 años  dispuestos a pasarlo bien.  


Esta actividad no tiene edad. Prueba a poner hojas secas al centro de la mesa, ponte música y concédete TIEMPO.




HOJAS AL CENTRO

HOJAS AL CENTRO

MANOS QUE PIENSAN


MANOS QUE PIENSAN

MANOS QUE PIENSAN

MANOS QUE EXPERIMENTAN
MANOS QUE EXPERIMENTAN
COMBINACIÓN DE MATERIALES
COMBINACIÓN DE MATERIALES
COMBINACIÓN DE MATERIALES

MANOS QUE EXPRESAN

MANOS QUE EXPRESAN

MANOS QUE EXPRESAN
MANOS QUE EXPRESAN

FIGURAS QUE SURGEN

ADIVINA QUÉ ES

INVENTAMOS FIGURAS

YO SE LO QUE ES, ¿Y TÚ?


PÁSALO BIEN. 

NO NECESITAS ESTAR EN NINGUNA CLASE PARA CREAR, PUEDES HACERLO TAN RICAMENTE EN  TU CASA.



Y  si no se te ocurren ideas:

Recomiendo echar un vistazo al libro: Manualidades divertidas. "Descubre el colage" de la editorial Parramón, Barcelona, 1995


 Y aquí tienes algunas composiciones sacadas de internet para fijarte.














                            

























Fuente:
Experiencia de aula en Educación Infantil, 5 años 
Fotografías de colección personal
 Imágenes tomadas de internet_Composición de figuras con hojas secas









sábado, 13 de septiembre de 2014

Un rincón de cajas




La caja de cartón ofrece dos vías de juego:



1. La imaginación  que ofrece el juego simbólico. 
No hace falta manipular, transformar la caja con  ningún elemento, porque es el niño/a el que lo imagina todo. Todo es transformado desde su riqueza interior. Sus deseos, sus anhelos,...









2. Transformar la caja a través de la actividad manual.
Generalmente es un adulto el que dirige la construcción. En esta opción la caja es un medio para construir un juego o un juguete. Aquí la creatividad es utilizada más en su elaboración que en el juego en sí.



¿Has probado alguna vez a hacer un rincón de cajas en clase?  
 Yo sí.



También podemos hacerlo en casa. Los valores del juego cambian mágicamente, porque somos los constructores de nuestros propios sueños.



Si quieres más ideas:

jueves, 21 de agosto de 2014

La fábula de la Liebre y la Tortuga...¿Otra vez?




¿A CUÁNTAS TORTUGAS HAS VISTO CORRER PAUSADAMENTE?
¿EN QUÉ CARRERA QUERRÍAS PARTICIPAR Y GANAR?


PARA LEER Y LEER:


Según Jean La Fontaine (1621- 1695), "Fábulas escogidas".- La Liebre y la Tortuga (Tomada de Esopo):



No llega más pronto quien más corre: lo que importa es partir a buena hora. Ejemplo son de esta verdad la Liebre y la Tortuga.



-Apostemos, dijo ésta, a que no llegarás tan pronto como yo a aquel mojón.



-¿Que no llegaré tan pronto como tú? ¿Estás loca?, contestó la Liebre. Tendrás que purgarte, antes de emprender la carrera.


-Loca o no loca, mantengo la apuesta. 


Apostaron, pues, y pusieron junto al mojón lo apostado; saber lo que era, no importa a nuestro caso, ni tampoco quién fue juez de la contienda. 


Nuestra Liebre no tenía que dar más que cuatro saltos; digo cuatro, refiriéndome a los saltos desesperados que da, cuando la siguen ya de cerca los perros, y ella los envía enhoramala, y les hace devorar el yermo y la pradera. Teniendo, pues, tiempo de sobra para pacer, para dormir y para olfatear el viento, deja a la Tortuga andar a paso de canónigo. Parte el pesado reptil, esfuérzase cuanto puede, se apresura lentamente; la Liebre desdeña una fácil victoria, tiene en poco a su contrincante, y juzga que importa a su decoro no emprender la carrera hasta última hora. Regodéase paciendo la fresca hierba, y se entretiene, atenta a cualquier cosa, menos a la apuesta. Cuando ve que la Tortuga llega a la meta, parte como un rayo; pero sus bríos son ya inútiles: llega primero su rival. 


"¿Qué te parece?, dícele ésta: ¿tenía o no tenía razón? ¿De qué te sirve tu agilidad? ¡Vencida por mí! ¿Qué te pasaría, si llevases, como yo, la casa a cuestas?" 

(Libro VI-X)





Según Esopo (siglo VI antes de Cristo).- La Liebre y la Tortuga:



En el mundo de los animales vivía una liebre muy orgullosa, porque ante todos decía que era la más veloz. Por eso, constantemente se reía de la lenta tortuga. 





-¡Miren la tortuga! ¡Eh, tortuga, no corras tanto que te vas a cansar de ir tan de prisa! -decía la liebre riéndose de la tortuga.


Un día, conversando entre ellas, a la tortuga se le ocurrió de pronto hacerle una rara apuesta a la liebre.


-Estoy segura de poder ganarte una carrera -le dijo. 

-¿A mí? -preguntó, asombrada, la liebre. 

-Pues sí, a ti. Pongamos nuestra apuesta en aquella piedra y veamos quién gana la carrera. 

La liebre, muy divertida, aceptó. 

Todos los animales se reunieron para presenciar la carrera. Se señaló cuál iba a ser el camino y la llegada. Una vez estuvo listo, comenzó la carrera entre grandes aplausos. 

Confiada en su ligereza, la liebre dejó partir a la tortuga y se quedó remoloneando. ¡Vaya si le sobraba el tiempo para ganarle a tan lerda criatura! 

Luego, empezó a correr, corría veloz como el viento mientras la tortuga iba despacio, pero, eso sí, sin parar. Enseguida, la liebre se adelantó muchísimo.Se detuvo al lado del camino y se sentó a descansar. 

Cuando la tortuga pasó por su lado, la liebre aprovechó para burlarse de ella una vez más. Le dejó ventaja y nuevamente emprendió su veloz marcha 

Varias veces repitió lo mismo, pero, a pesar de sus risas, la tortuga siguió caminando sin detenerse. Confiada en su velocidad, la liebre se tumbó bajo un árbol y ahí se quedó dormida.



Mientras tanto, pasito a pasito, y tan ligero como pudo, la tortuga siguió su camino hasta llegar a la meta. Cuando la liebre se despertó, corrió con todas sus fuerzas pero ya era demasiado tarde, la tortuga había ganado la carrera. 





Aquel día fue muy triste para la liebre y aprendió una lección que no olvidaría jamás: No hay que burlarse jamás de los demás. También de esto debemos aprender que la pereza y el exceso de confianza pueden hacernos no alcanzar nuestros objetivos.




PARA VER, VER Y VOLVER A VER




Según Walter Elías Disney (1901-1966): 

 La Liebre y la Tortuga 













ATRÉVETE A RECREAR Y REINVENTAR ESTA HISTORIA QUE PERMANECE VIVA DESDE EL PRINCIPIO DE LOS TIEMPOS, Y CONSTRUYE TU PROPIA CARRERA.
¿CÓMO LA VAS A CORRER?


De interés:

Biografía de Disney
Biografía de Esopo
Biografía de La Fontaine

  

Me encanta cuando nuestra amiga Liebre olfatea el viento (en la versión de La Fontaine).