viernes, 17 de julio de 2020

Por delante, unas merecidas vacaciones de verano


Para mi, vacaciones no es sinónimo de viajar.
Vacaciones es quitarse el reloj y dejar de contar el tiempo.

Sinónimo de  disfrutar de uno mismo y de los suyos sin tener que estar pendiente de ningún otro compromiso sujeto a horario, planificación y/o expectativas.




Pero este verano 2020 no es un verano cualquiera, es un verano para agradecer y no me cansaré de hacerlo.


Agradecer, primero, el estar aquí y ahora
Mirarme al espejo y sentirme satisfecha del trabajo realizado, un trabajo centrado en el presente hecho a mimo en cada momento, en cada minuto, en cada palabra... No ha sido fácil centrarse en el ahora, el ahora ha sido desolador. No todos los días nos enfrentamos a una pandemia. 


Ha sido el reto más difícil que he tenido que enfrentar en 30 años de docencia.
Darnos las gracias a nosotros  mismos no siempre es fácil, pero tenemos que aprender a hacerlo. Nos lo merecemos.


A mis alumnos/as les digo en infinidad de ocasiones que se miren en el espejo y se digan cosas bonitas y agradables. No podemos esperar a que nos las digan los demás. Nos merecemos lo bello de la vida. 
"Aprende a plantar tu propio jardín y decorar tu alma, en lugar de esperar a que alguien más te traiga flores"  dijo Borges.




Y todas las mañanas he hecho latir el corazón con esa armonía, porque para poder llenar el vaso de otro tú tienes que tener tu botella llena. Y yo tenía que "llenar" muchos vasos pequeñitos.  Sabemos que el  niño no es un vaso que se llena sino una vela que se enciende... 

 ...puedo asegurar que hemos ardido con un brillo espectacular.





Es tiempo de agradecer
Y agradecer ¿a quién?


Agradecer a mi familia. Soportadores de horas y horas de ausencia y ansiedad, colaboradores y críticos ante todas mis dudas, siendo cómplices de todos los retos a los que me enfrentaba.


Combinar emociones, trabajo, familia, incertidumbre, dudas, compromiso... principios... no es bueno para la salud. Es un cóctel emocional explosivo.


Agradecerles a mis gatos los guiños hechos en algunos de mis vídeos rompiendo  el esquema de lo estructurado y concienzudamente planeado colocando ante mis ojos lo divertido de la sorpresa, lo incierto y lo espontáneo en un mundo virtual.


Gracias a las familias de mis alumnos/as. 
Por su paciencia, por conectarse todos los días y  ser grandes maestros, por ayudarme en esta labor de comunicar y entender que no estábamos de vacaciones. Por hacer llegar a los/as niños/as la esencia de la escuela, que va mucho más allá del mero edificio. Ha sido verdaderamente emocionante la respuesta familiar siendo  mi retroalimentación para continuar con esta intensidad laboral. 
Nos hemos enfocado en lo verdaderamente importante, nuestros/as niños/as, poniendo el foco más en los procesos que en los resultados que es el principio educativo por excelencia.


Los adultos hemos crecido. 
Podemos estar todos orgullosos de haber estado a la altura porque hemos hecho una gran labor, en ocasiones por encima de nuestras posibilidades.




Muchas gracias también a mi compañera de trabajo, Sara, con quien ha sido muy fácil y enriquecedor compartir esta labor. Profesionalidad y entusiasmo a raudales. 




Gracias por tanto trabajo  de equipo invisible y silencioso. No se quién dijo que las cosas más grandes y bellas de la vida crecen en silencio y, creo que tenía razón.



A diario palabras, mensajes, oídos, fuerza, ideas... 
Porque los equipos educativos no solo estamos para concretar el currículum, también estamos para sujetarnos, acompañarnos y brillar.

Hoy quiero ponerle nombre y enviar mi gratitud especialmente a  Olga y a Laura por su omnipresencia, a Eloísa por ser mi alma gemela, atenta conocedora de todas las emociones, al menos de  las mías y,  a Mari Ángeles por compartir su tiempo y conectar con mis inquietudes.



Pero a quienes verdaderamente hay que  agradecer, felicitar y aplaudir, es a los/as protagonistas, a nuestros/as niños/as, que nos han seguido fielmente tras las pantallas, algunos arrancando a leer para poder leer los mensajes de su profe, haciendo el esfuerzo de cumplir unas normas sociales y sanitarias que van en contra de su propia naturaleza infantil y han estado ahí, día a día, realizando unas tareas que se supone les preparan para la vida... sin saber que ellos son  la vida misma . 



Y lo dicho en el  título de esta entrada, nos merecemos estas vacaciones.


A mis niños/as, disfrutad de vuestro tiempo de rincones creados en casa.

Sigamos todos  disfrutando de  nuestra casa haciendo de ella una extensión de  nosotros  mismos, donde podamos sentir y hacer lo que nos gusta.


Pero sobre todo, salgamos a la calle, toquemos la arena, la tierra y el agua. Saltemos en  los charcos. Que piedras y palos sean nuestros juguetes preferidos.



Trotemos por  montes y montañas,  descubramos nuevos  caminos con nuestras bicis o nuestras zapatillas. 



Oled el aroma del campo.



Volad cometas.



 Respirad el aire.
Con los ojos abiertos y con los ojos cerrados.



Dejemos que la  respiración deshaga todos los nudos que tenemos enredados en el cuerpo y en la mente.

Seguro que hay más de un nudo en este momento. 



Es tiempo de agradecer, pero también de desconectar de las tareas y actividades escolares. 

Y podemos empezar por desconectar las PANTALLAS y sustituirlas por cosquillas, un masajito, decorar una maceta o una caja de cartón o una camiseta vieja,  por leer poesías, por no hacer nada, por limpiar los zapatos, por un bañito con cuencos y embudos, por comernos a besos...



Vamos a descansar que septiembre llegará con nuevas incógnitas.


Y que el tiempo vivido de confinamiento "QUÉDATE EN CASA" nos sirva para mejorar la educación como un proceso de enseñanza-aprendizaje que nos enriquezca a todos. Porque la educación es de todos, de todos juntos.

Educar es enseñar a aprender
Educar es llegar al corazón para que cada uno/a pueda tener su palabra y pueda poner voz a sus pensamientos y emociones.
Sabemos que la escuela no es un edificio con paredes y ventanas. 
La escuela es la vida misma hecha libro de texto.
Y a pesar de tener como aliada a la tecnología, quiero romper una lanza a favor del lapicero y del papel que siguen funcionando a la perfección para construir grandes  aprendizajes, incluso cuando se va la luz.


MaLuisa, 21 agosto 2017
Coloreando el libro de Laura Podio: "Viaje a Fantasía. Mundos para soñar y colorear".



MaLuisa, 11 agosto 2019
Coloreando el libro de Laura Podio: "Viaje a Fantasía. Mundos para soñar y colorear".



Hemos perdido  el equilibrio, recuperemos la estabilidad.





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