Hoy vamos a
aprender una cosa nueva, que la paz se puede RESPIRAR.
Si estás interesado/a en experimentarlo sigue los siguientes pasos con constancia y concentración.
Elige un tema musical que invite a la relajación. Cuando comience el tema musical quiero que cierres
los ojos, te pongas cómoda/o, haz tres respiraciones profundas y
concéntrate en INHALAR Y EXHALAR.
Cuando INHALES
quiero que cojas aire y tu atención va a estar en la punta de tu nariz. Inhalas
aire, si, pero hoy vas a inhalar AMOR, inhalas amor y te llenas de amor, de la cabeza
a los pies, y de los pies a la cabeza.
Y cuando EXHALES, expulsas el aire lentamente (por la boca con un leve
soplido) sigue atenta/o a la punta de tu nariz, exhalas aire, si, pero cuando
exhales ahora, quiero que exhales PAZ, una paz hacia ti mismo y hacia todas las
criaturas del planeta.
Antes de empezar quiero que entiendas la diferencia entre
AMOR Y QUERER, te puede venir bien la metáfora de la flor de Buda.
Empezamos: Inhala AMOR, Exhala PAZ
Dedica solo quince minutos a esta actividad. Si pierdes la concentración vuelves a empezar. No pasa nada.
Después deja de pensar en los conceptos de amor y de paz y quédate un ratito "en ti" sin más, disfrutándote.
Cinco o diez minutos después, cuando quieras, mueve los dedos de las manos, de los pies, estírate y vuelve al aquí y ahora.
Y si quieres hacer una reflexión final la haces.
Si sentiste la energía del amor, ¡enhorabuena!
Si no, no importa. A veces los resultados no son perceptibles o tardan en llegar... o no llegan.
Puedes realizar esta meditación en
cualquier momento del día. Porque la paz
depende mucho de ti.
“Llegará un día en el que, después de dominar el espacio,
los vientos, las mareas y la gravedad, dominaremos las energías del amor.
Y ese día, por segunda vez en la historia del
mundo habremos descubierto el fuego”
(Teilhard de Chardin)
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