martes, 9 de mayo de 2017

Es mío

A una  nueva madre cuyo nombre guardo en silencio 

 Deseo que sea portadora de un pequeño brillo de felicidad



Tus hijos no son tus hijos
son hijos e hijas de la vida
deseosa de si misma.

No vienen de ti, sino a través de ti
y aunque estén contigo
no te pertenecen.

Puedes darles tu amor,
pero no tus pensamientos, pues,
ellos tienen sus propios pensamientos.

Puedes abrigar sus cuerpos,
pero no sus almas, porque ellas,
viven en la casa del mañana,
que no puedes visitar
ni siquiera en sueños.

Puedes esforzarte en ser como ellos,
pero no procures hacerlos semejantes a ti
porque la vida no retrocede,
ni se detiene en el ayer.

Tú eres el arco del cual, tus hijos 
como flechas vivas son lanzados.

Deja que la inclinación 
en tu mano de arquero
sea para la felicidad.
 
                                                       

Kahlil Gibran



¿La felicidad de quién?

Ahora te reto a buscar en ti tu propia definición de felicidad sabiendo que esa definición probablemente no coincidirá con la de tu hijo/a. 

Porque, vais a tener pensamientos distintos, emociones distintas, caminos distintos, palabras distintas, acciones distintas, sueños distintos, amores distintos, fracasos distintos... Siempre distinto aunque nos parezca igual.

Pon en juego tu necesidad de control y aprovecha para perderlo un poco.

Y a ese hijo que no es tu hijo sino hijo de la vida:
¿Vas a servirle como un fiel súbdito para que alcance su felicidad? o ¿vas a protegerlo tanto  que no le falte de nada, que  no sufra nada, que no arriesgue nada? 

No alcanzará la autonomía con  tu superprotección, dependerá de ti (o de otro/a) por completo.





¿Vas a impulsarlo para que sea un hombre libre, una mujer esclava?
¿Un hombre con criterio propio, seguro de si  mismo?
¿Un objeto?




Lo tienes difícil cuando piensas y dices ya antes de nacer "es mío"

Ahora que está llegando aprende a perderlo. 

Tienes por delante la más maravillosa de las oportunidades, amar sin medida, conducir con mesura y despertar a la niña que llevas dentro, que no es otra que tú misma. 

Esa  niña es la que tiene que estar siempre muy bien cuidada, es la niña que te mantiene firme en tu madurez 


 Deseo que seas portadora de un gran destello de felicidad.

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