martes, 18 de junio de 2019

¡Atenta a la pantalla! ¡Vive el presente!


Te invito a CULTIVAR LA ATENCIÓN.

A veces  se nos olvida que es nuestra tarea como educadores, y hoy es imprescindible dedicar tiempo a este cultivo.


La atención de nuestros niños, alumnos, hijos... está necesitada de atención.


Reconozcamos que la atención es nuestro campo de batalla.



Según pasan mis años de docencia (y ya son muchos) soy consciente del esfuerzo cada vez mayor que tenemos que hacer para  que nuestros alumnos desarrollen una  atención sostenida. 


Ésta es la atención fundamental  para el aprendizaje. Y no hablo del aprendizaje como adquisición de conocimientos. 


Las pantallas que nos rodean están influyendo en el desarrollo de esta capacidad. Sumidos en el consumo visual y auditivo no siempre el flujo de información nos aporta aprendizaje.



Amigos y amigas profesores que os oigo decir casi a media voz, que, ¡ay! ¡sin pantalla digital ya no soy nadie! 

Si que ERES, solo que  se te ha olvidado que un día tuviste el "poder". Siéntate en corro, cerrando el círculo y atrévete a entablar con la mirada el juego humano de conectar con tus alumnos/as... encontrando la centración y la conexión  en la interacción misma. Es una costumbre humana, muy humana.

Padres y madres que soñáis con ese gran momento de placer y descanso personal cuando el niño se queda absorto ante la pantalla,  atento a la tele. Nuestra mente astuta, automáticamente, nos dice: niño quieto, niño atento.  No te engañes. Siéntate junto a él y comparte el momento, que no  se acostumbre a consumir por consumir. Mira, ve, analiza, sé crítico y apaga.

En muchísimas situaciones de espera (pediatría, tiendas, restaurantes...) damos el móvil al niño. Pensamos, con buena voluntad, que así se hace más amena la espera. Pero entonces no le estás ayudando a aprender a esperar. ¿Qué más podemos hacer mientras esperamos? Porque también podemos hablar, podemos leer juntos un cuento, podemos aburrirnos un poco... Tiempo por delante para cultivar la atención. Esos son los momentos donde, sin casi darte cuenta, estás creando contenido para su tiempo libre. 


Y no te preocupes por la tecnología. Se ha hecho inevitable en nuestras vidas. Estará ahí para servirnos. Y no al revés.


Profe, papá, mamá...  cuando quieras desarrollar la atención en tus niños, apaga la pantalla y enciende la comunicación.

¡Que te  vaya bien!

Sé valiente.

Planteo, por lo tanto, dos vertientes para cultivar la atención:


  • Una, La gestión en el uso de las pantallas.
  • Y otra  vivir en el ahora, estar presente en la acción, a través de la monotarea.

La atención se  cultiva en el presente y haciendo una sola cosa cada vez.


Me ronda por la cabeza una frase de esas zen que  lo dicen todo en un suspiro y viene como anillo al dedo en este caso: 

"Cuando como como. Cuando duermo duermo." 

Los adultos estamos ya tan acostumbrados a la multitarea que arrastramos a nuestros pequeños en el torbellino de actividad + actividad + actividad + actividad...

Clave para la centración: Estoy a lo que tengo que estar.

Redescubramos la monotarea:   


Cuando como como. No fijo mi mirada en la pantalla, fijo mi atención en el sabor, en la compañía, en la mosca que pasa... pero no en la pantalla. La pantalla me distrae, no me centra. Apaga la pantalla. El niño si no no puede centrar su atención en la comida.


Cuando me visto me visto. No hay pantalla que acompañe  este momento. Me coloco la ropa ante el espejo, me fijo en la manga, aprendo a darla la vuelta, observo  el color de mis calcetines, en qué pie va cada zapato... 


Cuando me lavo me lavo. Presto atención a mis manos, a la cantidad de agua, al olor del jabón...


Cuando me hablas te escucho. Cuando te hablo me escuchas. Nos miramos cuando nos contamos cosas. Que tu hijo sienta que le escuchas, que le entiendes... 


Cuando duermo, duermo.  No hay tele, ni móvil, ni tableta... que concilie ningún sueño.


Y así con cualquier acción que tengamos que realizar en el presente, en el ahora.


También tenemos que ser valientes.






EL MEJOR TIEMPO INVERTIDO ES EL QUE COMPARTIMOS CON NUESTROS HIJOS

Ahora os invito a reflexionar sobre los siguientes conceptos:



Adicción
Atención
Atención sostenida
Fascinación
Fortaleza
Templanza
Aprendizaje con la interacción humana
Memoria de trabajo
Educar en la realidad

En mis reuniones con las familias de EDUCACIÓN INFANTIL  suelo presentar el siguiente vídeo que, de la mano de una experta, Catherine L´Ecuyer, nos ayuda saber mirar un poco mejor todos estos conceptos .


Las pantallas perjudican la atención de los niños.
Catherine L´Ecuyer
(Divulgadora educativa)

Comparto con vosotros dos enlaces.

El primer enlace es una versión corta ( 5, 25 minutos).
"Antes de los dos años, cero pantallas". Catherine L´Ecuyer 



El segundo enlace es la versión completa por si alguien está interesado (15, 38 minutos).

"Antes de los dos años, cero pantallas". Catherine L´Ecuyer 

Muchas gracias por vuestra atención.


sábado, 8 de junio de 2019

Este verano... haz tareas de verano


Ensúciate, con pintura, barro, chocolate, helado...
Come comidita del huerto.
Construye una cabaña y comparte secretos.
Mójate bajo la lluvia, en un charco, en un arroyo, con el aspersor... Salta.
Sube una montaña, bájala con cuidado.
Juega con la tierra, cava, amontona palos y piedras...Construye.
Construye castillos de arena. Si se  destruye lo vuelves a construir.
Observa animales en libertad (delfines, cangrejos... en el mar,  patos, ranas... en una laguna)
Aprende a montar en bicicleta, patines, monopatín...
Escala con seguridad. 
Lánzate en un tirolina con seguridad.
Trepa árboles con seguridad.
Ríe, sin seguridad.
Acampa, contempla las estrellas. Come, merienda o cena alrededor de una hoguera, con seguridad.
Come con las manos.
Camina descalzo. Siente la arena, la hierba, las hojas, el agua, las piedras...
Grita con todas tus fuerzas mirando el horizonte. Siente el viento. Vuela una cometa.
Vence un miedo. Cuando logro calmarme, entiendo. Si me relajo, las cosas se acomodan. Si puedo respirar pausado, no tengo tanto miedo.






Estas tareas que he expuesto también las puede hacer tu hijo/a. 
"A veces necesitas hablar con un niño de tres años para poder volver a entender la vida de nuevo" 

 

(Anónimo)